Una basada en hechos reales. Aunque fue sin hacer la tonterÃa ni el vacileo, simplemente a la hora de sacar la aguja esta se quedo enganchada en el boli y no salió, y luego como estaba entretenido mirando otra cosa, fui a meter el capuchón y me clavé la aguja en el dedo.
Como siempre que sale sangre dieron ganas de aprovecharlo para capilar, pero está vez lo dejé pasar.
¿Habéis sufrido muchos pinchazos accidentales?