Justo hace poco lo comentaba con una seguidora por twitter, lo complicadas que pueden hacerse algunas comidas fuera de casa, y no tanto por lo de siempre de no contar bien raciones de carbohidratos o que se dilaten más de la cuenta, sino porque se suelen pasar bastante con el tema de la grasa, porque claro, todo está más rico con más grasa de la cuenta. Los que debutamos tarde quizás notemos más estas diferencias, lo que antes era solo una digestión pesada, ahora es una digestión pesada encima teniendo que estar pendiente de la glucosa.

 Ya hace tiempo que al menos aquí prohibieron las hogueras de San Juan en la playa, por una parte está bien, menos suciedad, menos contaminación, etc. Pero si me piden que piense en la noche de San Juan a mi se me sigue viniendo a la cabeza esa imagen de la playa llena de hogueras con cada grupito quemando sus apuntes y haciendo la locura de luego saltar las brasas. Y de ahi surgió esta idea, tantas análiticas que tengo ya en la carpeta, que hombre, mejor reciclarlas digo yo, pero en un mundo de fantasía, mola imaginar cosas así.

 Siempre es lo peor cuando se te despega el sensor, pero si encima es uno recién puesto...

Ya sabéis de mi afición a las frutas de verano, y claro, no siempre es fácil encajarlas en según que situaciones, porque tienden a ser bastante altas en carbohidratos, con un índice glucémico también alto y a la vez ser adictivas (sobre todo las cerezas, malditas cerezas!). ¿No molaría algo que extraiga todo su azúcar sin alterar el sabor y que encima sintetice la glucosa en forma de caramelo para las futuras hipos?